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Jul 30, 2023

Los alias de correo electrónico de Joe Biden demuestran lo corrupta que es la familia Biden

Gracias por contactarnos. Hemos recibido su envío.

El presidente Biden prestó juramento en el que juró que su deber más importante era para con su país, pero está claro que solo tiene una lealtad: su familia corrupta y vendedora de acceso.

Es positivamente mafioso.

El último acontecimiento: el presidente del Comité de Supervisión de la Cámara de Representantes, James Comer (R-Ky.), exige acceso sin censura de los Archivos Nacionales a los correos electrónicos que Biden envió como vicepresidente utilizando cualquiera de sus tres seudónimos conocidos: Robert L. Peters, Robin Ware y JRB Ware. (Parece que el presidente se volvió un poco vago en el punto 3).

Comer describe la clara posibilidad de que estos alias fueran un intento del entonces vicepresidente de desviar el escrutinio de sus tratos con su hijo Hunter, citando un correo electrónico de mayo de 2016 en el que la agenda de Biden para ese día fue enviada a Hunter (la única otra persona real copiada en el correo electrónico) y el alias de “Peters”.

Ese programa incluía una llamada con el entonces presidente de Ucrania, Petro Poroshenko, mientras Hunter formaba parte de la junta directiva de Burisma.

La compañía energética ucraniana no sólo le pagó a Hunter más de 1 millón de dólares por ese “servicio” (cuando no tenía experiencia en energía ni nada relevante): un informante del FBI dice que el jefe de Burisma afirmó que había pagado a Joe y a Hunter 5 millones de dólares cada uno.

¿Qué posible razón legítima podría haber para que un vicepresidente en ejercicio tenga no uno, ni dos, sino tres alias de correo electrónico?

Ninguno, por supuesto, y la razón ilegítima obvia es una solución típicamente descarada de Biden a un problema desagradable: a saber, el hecho de que la Casa Blanca de Obama estaba, con razón, preocupada por la carrera de tráfico de influencias, es decir, “empresarial” de Hunter, y la evidente participación de Joe en él.

Es decir: Joe se dedicó a espías de aficionado para mantener su papel en el negocio familiar.

Y la gran cantidad de dinero que estaba generando.

Va de la mano con la revelación de que Biden permitió que su hijo, que no le va bien y representa un riesgo para la seguridad nacional, usara la Casa Blanca como escondite secreto durante dos semanas después de firmar su acuerdo de culpabilidad, ahora muerto.

¿Dos semanas? ¡Imagínese cuántos negocios no discutieron él y el presidente durante ese tiempo!

Peor aún, es la Casa Blanca, el símbolo más visible e importante de la presidencia, no un elegante local de fracaso para ricos fugaces.

No importa lo mucho que los periodistas liberales cierren los ojos y se metan los dedos en los oídos, no importa cuán desesperadamente los lacayos de Biden como el representante Dan Goldman (demócrata por Nueva York) apoyen al gran tipo... Esto. Es. No. Yendo. Lejos.

Múltiples alias de correo electrónico.Toneladas de reuniones de Joe Biden con los socios comerciales de Hunter, según el testimonio de Devon Archer.

Y más de 20 millones de dólares se movieron a través de una complicada red de empresas fantasma hacia los guantes de varios miembros de la familia Biden.

La cruzada de Comer por la verdad está más que justificada. El pueblo estadounidense debe tener respuestas.

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